Midas era el rey de Macedonia. Aunque era hijo de una humilde familia de campesinos, había llegado al trono por voluntad de los dioses. Le gustaba disfrutar de la buena vida, las fiestas, escuchar música y pasarla bien. Tenía un hermoso jardín y adoraba sus rosas.
En una oportunidad, Dionisio, el dios de la vid, el vino y las fiestas, también conocido como Baco, le ofreció un deseo por haber ayudado a Sileno, su amigo:
-¡Pideme lo que quieras y te lo concederé!-fueron las palabras de Dionisio.
Midas, que era débil ante las riquezas, no dudó:
-Deseo que todo lo que yo toque se convierta en oro.
Y el deseo le fue concedido.
Al principio, vivía fascinado ante tal maravilla. Podía ser tan rico como quisiera, y más también. Efectiva mente, tocaba una rosa o un pájaro de su jardín y se convertían en piezas de oro. Midas tocaba más y más objetos, incansable, enseguecido...
Pero, un día, por error, convirtió a su propia hija en estatua de oro.
Y, más tarde, Midas tuvo hambre y su comida se convertía en oro, y tuvo sed, pero el vino se volvió oro líquido. La desesperación se apoderó de él.
Espantado y llorando le pidió ayuda a Dionisio:
-¡Por favor, Dionisio, libérame de este castigo! Mi propia hija es una estatua de oro y no puedo ni beber ni comer. Estoy muriendo de hambre y de sed. ¡Ayudame!
Dionisio se rió despreocupadamente y lo mando a lavarse las manos en un río de Frigia llamado Pactolus.
Allí fue el rey y las aguas lo liberaron de la pesadilla que él mismo, antes, había creído que sería su mayor felicidad. Dionisio también le devolvio la vida a su hija.
Es por eso que las playas del Pactolus son todavía tan doradas que hay quienes creen que no son de arena, sino de polvillo de oro.
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1) ¿Cuál era el deseo de Midas y quién se lo concedió?
2) ¿Por qué su deseo cumplido se convirtió en un castigo?
3) ¿Qué hecho de la naturaleza explica, imaginaria mente, esta historia?